Una oposición, paradigma de patriotismo
Políticamente esta segunda legislatura de Rodríguez Zapatero ha estado dominada con exclusividad por la crisis económica, que va a suponer el fin de su carrera política, por lo que su partido no ha tenido otra opción que buscar otro candidato, y que va a tener una gran repercusión en los resultados de las próximas elecciones del 20-N, ya que según todas las encuestas el partido popular recuperará el poder. Sobre ella se ha hablado y escrito mucho ya, sobre sus causas, desarrollo, consecuencias, aunque mucho menos sobre sus posibles vías de solución. Las políticas keynesianas de aumento de impuestos y del gasto público para crecer y crear empleo, salvo en algunos economistas como Paul Krugman, Vicenc Navarro o Juan Torres, se consideran anacrónicas. La puesta en práctica, se basa en reducir el déficit público con unos durísimos recortes en políticas sociales, que está generando simultáneamente un enriquecimiento inmoral de unos pocos y un traumático deterioro del modo de vida de la gran mayoría de los ciudadanos, con el agravante de no verse salida al gran problema del paro. Con esa política no puede haber crecimiento económico, y sin él no se crean puestos de trabajo. Por ello, los dirigentes políticos, como Obama, Cameron, Berlusconi o Sarkozy están teniendo gravísimos problemas, como la revuelta social inglesa, el haberse estado a punto de declararse en bancarrota los Estados Unidos o las próximas huelgas convocadas para septiembre en Italia. Nadie sabe qué hacer. Los únicos que parecen tener la solución son los populares, aunque de momento la tienen a buen recaudo. De estar ellos en el gobierno tampoco la habrían necesitado, ya que la crisis en nuestro país hubiera pasado de largo.
De la crisis económica española propiciada fundamentalmente por la explosión de una burbuja inmobiliaria y de la expansión del crédito fácil, en cuya creación participaron también los gobiernos de Aznar, obviamente el máximo responsable es el Gobierno de ZP, aunque también el contexto económico internacional ha contribuido a hacerla mucho más larga y profunda. La oposición de los populares ha dirigido toda su artillería a la crisis económica. Pocos mensajes: ZP es el culpable de todo, ha creado 5 millones de parados y ha dilapidado la mejor herencia recibida de la democracia. Primero adujeron que ZP negaba su existencia. Rodrigo Rato en el F.M.I. no se enteró tampoco, y eso que tenía más de mil economistas a su servicio. Luego que no tomaba medidas. Cuando las tomaba que llegaban tarde. Y cuando llegaban que no había suficiente coraje a la hora de aplicarlas. Al enemigo ni agua. No ha sido una crítica constructiva, muy al contrario. Todo, absolutamente todo que llegará del Gobierno de ZP ha sido sistemáticamente rechazado, sin ofrecer alternativa alguna, salvo cuatro vaguedades, como rebaja de impuestos, austeridad y transparencia. Nada nuevo bajo el sol. Ya actuaron así en la legislatura anterior. Ni siquiera se han contenido en cuestiones cruciales de política de Estado: terrorismo o vertebración territorial. Cualquier tema, fuera el fuera, ha sido aprovechado para desgastar al gobierno De lo que se trata es conseguir el poder cuanto antes mejor. El fin justifica los medios.
Dicho esto, me parece oportuno una práctica de historia contrafactual, que consiste en el ejercicio mental de imaginar escenarios alternativos que respondan a la pregunta, ¿qué hubiera pasado si? Es muy interesante metodológicamente, ya que nos obliga a pensar en las distintas posibilidades que han existido en un momento determinado. De esa forma, captamos mejor la incertidumbre y la fluidez del pasado, y así lo entendemos mejor como proceso impredecible, incierto y, hasta un punto, abierto. Por tanto, me planteo algunas preguntas: ¿la crisis económica española actual, que es una cuestión de Estado con su secuela más grave del paro, hubiera sido la misma, hubiera tenido tal intensidad, si el Gobierno de ZP hubiera contado con una colaboración responsable de los populares en las medidas puestas en marcha para combatirla, como hicieron algunos otros partidos políticos? ¿La prima de riesgo, que nos va a suponer tanto sobrecosto económico y tantos sacrificios, esté el gobierno que esté, hubiera evolucionado igual, si los populares no hubieran sembrado una visión tan apocalíptica de nuestra economía? Como dato añadido, según Francisco González, presidente del BBVA, por cada 100 puntos básicos que sube la prima de riesgo, España deja de crear 160.000 puestos de trabajo y le supone un costo de 12.400 millones de euros. En una semana como la pasada del 8 al 12 de agosto, en la que se han producido a nivel internacional unas fortísimas turbulencias financieras con ataques especulativos a la deuda soberana para subir la prima de riesgo y caídas importantes de las cotizaciones de los valores en bolsa, de las que no nos hemos librado, ¿ha sido una actuación responsable, además de un partido político de carácter estatal y que probablemente en unos meses nos va gobernar, el solicitar el adelanto al adelanto de las elecciones? Por favor, que una convocatoria de unas elecciones generales, no son como las convocatorias para una reunión de una comunidad de vecinos, que se pueda cambiar en unos días. Además he tenido la impresión de que a los populares, tal como se han desarrollado los acontecimientos de la crisis de la deuda y bursátil esta fatídica semana que ha afectado a USA, Italia, Francia, Alemania, además de otros países, y por supuesto a España, al tener una dimensión mundial, no les ha venido muy bien al no estar en el guión la respuesta que nos han repetido mecánicamente: la culpa de todo es Rodríguez Zapatero. Les hubiera venido mucho mejor, vista la proximidad de las elecciones, que se hubiera desarrollado exclusivamente en España. Pues no, no ha sido así. ¡Qué le vamos hacer! Ha sido mundial. Aunque tampoco hubiera sido un problema insoslayable, como se lo hubieran propuesto desde la calle Génova al ínclito Esteban González Pons, para el cual no hay nada que se le resista, que nos hubiera dicho con ese extraordinario desparpajo y poder de convicción que transmiten sus palabras: Rodríguez Zapatero es el culpable de toda la crisis económica mundial, de la caída de la Bolsa, de la subida de la prima de riesgo, de la inflación, de los tipos de interés, de las hipotecas basura y de la subida del precio de las focas en el mundo mundial, cual si fuera un auténtico taumaturgo. Por lo que parece, no se lo han propuesto todavía, ya que ahora parecen estar mucho más preocupados por Rubalcaba, al que dedican todos sus ataques, con lo que demuestran que no tienen excesiva confianza en ese su “líder carismático” que es Mariano Rajoy.
Por cierto, mientras estoy escribiendo estas líneas D. Mariano ha salido de su letargo veraniego, para transmitir unos mensajes que sirven para echar más leña al fuego: España tiene "los mismos problemas de Italia", incluido "dudas sobre la deuda", pero añadió que hay "un problema mayor" que es "el doble de paro que en la Unión Europea". Oculta deliberadamente que la deuda pública de Italia es más del doble que la de España, sin embargo solo remarca lo más negativo, como es nuestra cifra del paro. Obviamente, estos mensajes no contribuyen a calmar a los mercados, ni parecen muy patrióticos.
Cándido Marquesán Millán
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