La renuncia forzada de Carmen Chacón
Transcurridos unos días de las elecciones municipales y autonómicas del 22-M ya podemos hacer una valoración de sus resultados. El dato más destacado es el gran batacazo que ha sufrido el PSOE tanto a nivel autonómico como municipal. Ha ganado claramente el Partido Popular, aunque no de una manera espectacular. Si nos fijamos en los resultados de las municipales, que se realizaron en todo el Estado, el PP ha recibido 0,5 millones más que en el 2007; el PSOE ha perdido 1,46 millones; IU ha ganado 0,2; CIU 54.000 votos: UPyD sin presentarse en el 2007 ha alcanzado 465.000, y Bildu 313.000. Con la política económica ejecutada por el Gobierno de ZP de clara inspiración neoliberal, siguiendo a rajatabla las directrices de los mercados financieros, con casi 5 millones de parados, empleos precarios, rebaja de sueldos a funcionarios, congelación de pensiones, reforma laboral, subidas de la luz y gasolina; y sin una mínima contrapartida hacia una política de izquierdas como: restablecimiento del impuesto de patrimonio, subidas impositivas a las SICAVs o del IRPF a las rentas más altas, control del fraude fiscal, que los socialistas sólo hayan perdido 1,5 millones de votos, parecen hasta buenos los resultados. ¡Cuánto sigue contando todavía la marca PSOE¡ Mas no es de esta cuestión a la que quiero referirme ahora.
A pesar de la clara derrota socialista, ninguno de sus dirigentes autonómicos ha tenido el coraje y la ética de presentar la dimisión. Eso sí, algunos de ellos dicen haber asumido la responsabilidad, pero eso de marcharse, es otra cosa. Ahora mismo acabo de escuchar la noticia de que el secretario general de la Ejecutiva del PSOE de Teruel, tras unos resultados catastróficos, se mantiene argumentando que “saben hacer frente a las dificultades y que seguirán trabajando para presentar alternativas para los ciudadanos/as de la provincia”. Mientras que desde la calle Génova se están regodeando y esperando el paso del cadáver de su enemigo, a los máximos dirigentes de Ferraz, lo único que les parece interesar de momento es el ocupar cotas de poder, dando un espectáculo a la ciudadanía realmente lamentable. Están discutiendo que sí primarias o congreso. En un principio a los barones socialistas, utilizando como ariete a Patxi López a instancias del maquiavélico Rubalcaba, les interesaba más la segunda opción, ya que en esta el aparato puede tenerlo todo bajo control. En unas primarias los resultados son imprevisibles, ya que si a la militancia se le permite expresarse libremente, suele hacerlo contra el candidato del aparato. Tras la renuncia forzada de Carmen Chacón unas primarias con el único candidato de Rubalcaba, haría innecesario un congreso. Se habló luego de una conferencia política para relanzar el partido y para dar un impulso ideológico al nuevo candidato. Tras la reunión de ZP con los 19 dirigentes territoriales del PSOE; el vicesecretario general, José Blanco; el presidente, Manuel Chaves, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias. y los responsables del PSOE en Europa, Javier Moreno, y en América, Pepe Rial, así como el secretario general de las Juventudes Socialistas, Sergio Gutiérrez, en conferencia de prensa José Blanco ha comunicado el acuerdo que “Rubalcaba, sea el candidato de "todos" los barones del PSOE para 2012. Zapatero, secretario general del PSOE hasta después de las próximas elecciones. Habrá una conferencia política a primeros de septiembre. No habrá congreso ni ordinario ni extraordinario hasta el año que viene.” Tendrá que ser ratificado por el Comité Federal. El desenlace el que estaba en el guión.
Mas ahora, quiero referirme a otra cuestión que me genera una gran preocupación y un profundo malestar. La renuncia de Carmen Chacón a presentar su candidatura que ya tenía preparada. ¡A qué presiones internas ha debido verse sometida para tomar esta decisión¡ Su rostro en la conferencia de prensa lo mostraba claramente. La actual ministra de Defensa justificó su renuncia, con las siguientes palabras: "Hemos asistido a una escalada que pone en riesgo la unidad del partido, la autoridad del secretario general, nuestra imagen colectiva e, incluso, la estabilidad del gobierno". Montilla ha censurado lo que entiende como "maniobras en absoluto limpias" dentro del partido, en referencia explícita a la petición del lehendakari, Patxi López, de reclamar un congreso. "Hay que hablar claro, estos días ha habido una campaña y no todos los actos y maniobras han sido limpios", ha dicho Montilla sobre la carrera sucesoria del PSOE. Y ahora, después que algunos de sus compañeros le han segado la hierba, la alaban de una manera entusiasta por su ejemplo de generosidad para salvaguardar la unidad del partido. ¡Qué hipocresía! Para conocer a fondo las miserias humanas, nada más aleccionador que la vida política.
Será difícil que podamos conocer con exactitud los acontecimientos que se han sucedido entre los dirigentes socialistas hasta provocar la renuncia de Chacón. Algún periódico de tirada nacional, los tituló 45 horas que sacudieron el PSOE. De verdad que no entiendo nada. La desconexión de la clase política con las exigencias de la ciudadanía es cada vez mayor. Ahora mismo en numerosas plazas, además de otras peticiones muy justas, se solicita una regeneración democrática en profundidad, empezando por el funcionamiento interno de los partidos políticos. Parece muy democrático que una ciudadana presente su candidatura para liderar un partido político. Lo que ya no lo es en absoluto, el que obligada por sus propios compañeros de partido tenga que renunciar a esa aspiración tan legítima. Que no se extrañen por ello nuestros políticos de que cada vez la desconfianza hacia ellos vaya en aumento, aunque esta circunstancia tampoco parece que les importe demasiado.
Por cierto en el resto del manifiesto justificativo de su renuncia, me produce la impresión de que es el mismo, con los lógicos retoques, que tenía preparado para la presentación de su candidatura. En él apelaba su intención de encabezar un proyecto que recuperara y actualizara las señas de identidad de la socialdemocracia y aplicara la ambición de Igualdad y de Justicia en un contexto de crisis; que reafirmara la autonomía de la política frente a los grandes poderes económicos, que distribuyera los sacrificios de la crisis con la máxima equidad, y que recuperara la dignidad y el prestigio de la política, tal y como nos han reclamado miles de ciudadanos en las urnas y también en la calle. Se puede decir más alto pero no más claro. He ahí todo un programa. De llevarse a cabo, seguro que se pararía en seco esta hemorragia de votos socialistas.
Cándido Marquesán Millán
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