Blogia
dorondon

El desatre del Golfo de México

                                  

 

Absorbidos por la vorágine de la política de ajuste del Gobierno de Rodríguez Zapatero, como consecuencia de los ataques al euro por parte de esos tiburones financieros, ha pasado casi desapercibido en los diferentes medios de comunicación el actual desastre petrolero en el Golfo de México. Según los expertos estamos ante uno de los más graves de toda nuestra historia, y eso que ha habido otros muchos. Por citar algunos del siglo pasado: el del Mar de Aral  el que fuera uno de los cuatro mares más grandes de la Tierra, ha pasado a ser poco más que varios lagos dispersos, ya que las aguas de los ríos Amu Daria y Sri Daria que desembocaban en él se han usado de forma masiva para cultivos de regadío; además según se ha ido evaporando ha dejado 40.000 kilómetros cuadrados de tierra salada a la que han llamado el desierto de Aral Karakum. En 1957, en la zona de los Urales, la fábrica Mayak (también conocida por Cheliabinsk-40 o Cheliabinsk65), pionera de la elaboración de plutonio para bombas atómicas de la ex URSS sufrió uno de los peores episodios de la historia nuclear, con un gran escape de estroncio-90, que generó mutaciones genéticas, leucemias y malformaciones congénitas, todavía sin cuantificar. Y el más conocido de Chernobil en Ucrania en 1986, que supuso  una cantidad de material radiactivo liberado, estimada en unas 500 veces mayor a la de la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causando directamente la muerte de 31 personas, la evacuación de unas 135.000 personas y una alarma internacional al detectarse radiactividad en diversos países de Europa septentrional y central. La lista sería interminable.

Si nos detenemos en los desastres ecológicos relacionados con el mundo del petróleo son también muy numerosos. Menciono algunos de ellos. En enero de 1991  el Gobierno de Irak arrojó al golfo Pérsico más de un millón de toneladas de crudo de los pozos de Kuwait para evitar el desembarco aliado, la mancha de petróleo se extendió alrededor de 3.200 kilómetros cuadrados y causó enormes daños ecológicos. En 1989, el encallamiento del Exxon-Valdez  generó una marea negra sobre 2.000 kilómetros de litoral en Alaska. Y en España en el 2002, el del Prestige el mayor desastre ecológico en nuestra historia, que arrojó unas 64.000 toneladas sobre las costas gallegas.

Y ahora en estos momentos el del Golfo de México, por el accidente ocurrido en la formidable plataforma Deepwater Horizon, arrendada en medio millón de dólares diarios por la BP, valorada en 600 millones de dólares, que poseía el récord de extracción a más de diez mil metros de profundidad, y que está precipitando al mar 800.000 litros de petróleo diarios, sin que ningún procedimiento hasta ahora ensayado pueda evitarlo, sobre las costas de Luisiana, Tejas, Misisipi, Alabama, Florida y en la desembocadura del río Misisipi, y que según la evolución de las corrientes marinas puede extenderse a otros muchos lugares. Los daños medioambientales son irreparables, especialmente en el turismo y la pesca.

 

Necesariamente debemos hacernos la pregunta si se hubiera podido evitar. Por todos los indicios la respuesta es afirmativa. Tal como señala Jean-Michel Bezat en Le Monde, es claro, aunque no debe servir de atenuante, que sacar petróleo en alta mar es tarea mucho más compleja que hacerlo en tierra firme, y pese al accidente de la plataforma (DH), continuará haciéndose  porque es en esas zonas marítimas donde las compañías petroleras (impedidas de entrar en numerosos países) han realizado la mayor parte de sus grandes descubrimientos recientes. Fuera del Medio Oriente y de Rusia, las reservas probadas y probables se encuentran en el mar. Menos abundantes que en tierra, tienen la ventaja de estar “repartidas de manera más igualitaria a través del mundo”, indica la Agencia Internacional de Energía (AIE). Los avances tecnológicos permiten ampliar los límites de la exploración y la producción en alta mar. Según el periodista chileno Raul Shor, un accidente de proporciones como el ocurrido en la plataforma (DH) fue analizado el año pasado. Pero los ingenieros de British Petroleum (BP) consideraron que semejante posibilidad era remota. La empresa junto con otras compañías, como la propietaria suiza de la plataforma, iniciaron una campaña destinada a impedir la aplicación de normas de seguridad más estrictas. La oposición empresarial proviene de los altos costos de las operaciones, y de ahí queda clara la presión de todas las partes por lograr la máxima producción en el menor tiempo posible. Y, claro, bajo presión extrema se suele postergar la seguridad industrial. Así al menos lo afirman los abogados de algunos de los once trabajadores que murieron en el estallido de la estructura el 20 de abril. La plataforma (DH) disponía de un mecanismo, conocido como blowup preventor (BOP), destinado a parar en forma automática el escape del crudo. No se sabe por qué falló el BOP, pero el hecho es que falló. De lo que no disponía era de un segundo mecanismo, llamado interruptor acústico, que es obligatorio en otros países, incluido Brasil, que se apresta a realizar grandes perforaciones frente a la costa de Río de Janeiro. Podemos entender las pocas exigencias sobre la seguridad del gobierno norteamericano, si constatamos que el propio Obama recibió 71.000 dólares de donaciones de la (BP) para su campaña presidencial. O el director de la CIA León Panetta y el enviado especial para Oriente Medio George Mitchell, que llegaron a ejercer como “asesores” de (BP). O el senador John Kerry, con acciones de su propia familia en la (BP) y la Transocean, la compañía que fabricó la plataforma accidentada en el Golfo de México... Podríamos seguir. No es necesario. Lo ocurrido en el Golfo de México es un ejemplo claro y contundente, de que la economía está por encima de la política, la ética. Lo mismo estamos comprobando en estos momentos en toda Europa, que con el pretexto de reducir el déficit público, se están llevando a cabo recortes durísimos perjudicando a  los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Es la economía, el mercado, el desarrollo incontenible, el negocio. Todo lo demás no importa. La política con mayúsculas debe recuperar su protagonismo. De lo contrario, vamos al desastre.

Cándido Marquesán Millán

4 comentarios

ca -

paraManuel

Las reflexiones que haces me parecen muy opotunas. Lo que también te puedo decir, que se ha denigrado con demasiada prisa a toda la clase política. Te puedo decir que hay concejales de ayuntamientos que hacen una labor sorda en su municipio, que se encargan de los jardinaes, del cementerio, del campo de futbol, de las fiestas... Y lo hacen como un simple servicio a los demás, y queien está imbuído de ese espíritu, disfruta de verdad cuando ve que su esfuerzo repercute en toda la comunidad. Por ello, se debería tener en cuenta por parte de muchos, que sólo saben criticar, que no hacen nada ni piensan por lo demás, que mientras ellos están echando la partida en el bar o retozando con su novia en el sofa, hay un concejal que tiene que hablar con unos vecinos, o tiene una reuníón con los jóvenes. Yo sería partidario que todos estos cargos municipales, fueran rotativos para todos. Y que todos se mojen y se impliquen, y hagan un trabajo por lo demás.
Un saludo

manuel -

Cándido, como estudioso de la Historia sabes que la etimología de la palabra “político” viene del griego polis (ciudad); sabes que el político es la persona que debe administrar, organizar y dirigir la ciudad. Esta sería la definición teórica de este oficio tan antiguo como el hombre, pero esa definición que reproduces de Manuel Azaña la considero muy teórica, casi utópica y bastante idílica; la realidad es bien diferente.
Algunos políticos, sobre todo los de la historia antigua, griegos y romanos, se destacaron por ser personas muy bien preparadas, cultural e intelectualmente hablando. Muchos son autores de libros, tratados y teorías de buen gobierno. No se puede decir lo mismo de los políticos actuales, personas poco preparadas y animadas a entrar en la política para medrar fácilmente. No me siento capacitado para decirte cuantos ni quienes estuvieron en puestos de responsabilidad política sin tener preparación intelectual ni técnica para los cargos que ocuparon; tú lees más que yo y no te faltaran ejemplos para corroborar lo que digo.
Seguro que hay gente honrada, con ánimo altruista y preparada que entra en política con el fin de ser útil a la sociedad, no tengo ninguna duda de ello, pero esta gente se queda por el camino. Un amigo que conoce bien los entresijos de cierto partido político me decía en cierta ocasión que estar en política es conspirar constantemente, incluso dentro de su propio partido; también me comentaba que para lograr un buen puesto en una organización política hay que estar dispuesto a ser muy mala persona.
Para cualquier persona honrada, que le guste el trabajo bien hecho, tiene que ser un orgullo y una satisfacción personal hacer algo por la comunidad; esa sensación que describes de un ministro de educación inaugurando un colegio para enseñar a los niños debe ser la misma que yo siento cuando hago mis donaciones de sangre, la satisfacción de haber hecho algo por mis semejantes.
Por último, deberíamos de ser más exigentes con los partidos políticos para que presentaran en sus candidaturas a los mejores, no a los que conviene al partido. Cuando los intereses comunes de la sociedad estén por encima de los intereses electorales, habremos ganado mucho; mientras tanto seguiremos teniendo un gran problema de dirección social.
Un saludo.

cándido -

Veo que sigues metiéndote en mi blog. Te lo agradezco. Siempre del intercambio de opiniones se aprende. Lo lamentable si nos fijamos en lo que debería ser la política, tal como escribe Azaña: Con todos estos condicionantes, sigue indicando Azaña, lo que parece incuestionable es que la actividad política es una de las actividades humanas más excelsas, ya que exige la aplicación más amplia, más profunda, y más completa de las capacidades del espíritu, donde juegan más las dotes del ser humano, tanto las del entendimiento como del carácter. Por otra parte, aquel que tiene vocación de político, de político de verdad, debe llegar a ella exclusivamente para prestar un servicio a la sociedad, en aras a conseguir una sociedad más justa y solidaria. Además los auténticos móviles de la política, los de verdad son, deberían ser la percepción de la continuidad histórica, de la duración, la observación directa y personal del ambiente que nos circunda, observación respaldada por el sentimiento de justicia, que es el gran motor de todas las innovaciones de las sociedades humanas. De la composición y combinación de los tres elementos sale determinado el ser de un político. He aquí la emoción política. Con ella el ánimo del político se enardece como el ánimo de un artista al contemplar una concepción bella, y dice: vamos a dirigirnos a esta obra, a mejorar esto, a elevar a este pueblo, y si es posible a engrandecerlo. Y cuando ha conseguido esto, el político de verdad vibra, alcanzando un grado de felicidad, que es muy difícil encontrar una experiencia humana equiparable. Cuando un Consejero/a de Educación inaugura un colegio o instituto, que permite el que muchos chavales reciban más y mejor formación, siente una satisfacción harto difícil de mejorar. Por otra parte, el político debe tener la cabeza muy bien amueblada y tener las cosas muy claras, así como también el saberse rodear de buenos asesores, que le indiquen sus errores, cuando los cometa, y que no siempre le estén halagando, diciéndole que todo lo está haciendo bien. La escasez de buenos asesores es lo que conduce a muchos políticos a desconectar de la realidad cotidiana de los ciudadanos y a cometer errores imperdonables que les llevan a la ruina política

manuel -

Efectivamente, la politica esta por encima de la etica y la economia por encima de la politica, es evidente. No pasa desapercibida la noticia del desastre ecologico y economico del Golfo de Mexico, yo he podido ver varios reportajes en television estos dias, debe de depender en los medios que uno lee, mira o escucha. Hay muchos temas candentes para dar espacio a todo en estos dias, la crisis, el juez, la corrupcion, el sistema financiero...; debe ser que no es suficiente el espacio de noticias o que los medios de comunicacion nos tapan los ojos, los oidos con otros temas mas frivolos y menos importantes.
Es lo que hay y lo que queremos que haya; la dictadura de la mayoria.
Salud