Blogia
dorondon

Unos días muy tristes para la provincia de Teruel

                       

 

Estos días de julio de 2009 son y serán recordados por muchos turolenses entre los días más tristes y dramáticos para nuestra querida provincia de Teruel. Lo peor de todo ha sido la muerte de Ramón Conejero, bombero de la Diputación Provincial de Teruel,  que se precipitó por un barranco con el camión que conducía. cuando se dirigía al foco del fuego. Gracias de corazón para tu persona, y un fuerte pésame para tu familia y compañeros. El desastre  ecológico es descomunal. Los miles de hectáreas quemadas, no sé cuántas van ya, de verdad que sobrecogen. Uno de los mayores recursos, sus paisajes naturales, de los pueblos de Valdeltormo, Cirujeda, La Cañadilla, Alloza, La Zoma,  Ejulve, Aliaga ….convertidos en cenizas, y que van a costar mucho tiempo para que recuperen su estado actual. El observar cómo tenían que abandonar sus pueblos todos, chicos y mayores, ante el grave peligro que corrían, verdaderamente encogía el corazón. Como también la solidaridad que han mostrado pueblos como Andorra, Alcorisa, Alcañiz… con todos ellos para acogerlos, es digna de elogio. En esta tierra nuestra hay muy buena gente.

 

 Lo que está pasando ahora recuerda el desastre forestal del verano del año 1994 en el Maestrazgo, cuyas secuelas todavía pueden percibirse.  La diferencia quizá radique en que el ocurrido hace 15 años estaba en un solo lugar, el de estos días está en diferentes lugares. Mas la hecatombe es muy similar.

 

            En cuanto a las causas de los incendios actuales, no me cabe otra opción en mi cabeza en que han sido exclusivamente las condiciones metereológicas adversas: una oleada de calor fortísima, que ha propiciado la irrupción de tormentas cargadas de  numeroso aparato eléctrico; y que una vez iniciado el fuego, el fuerte viento es un factor claro de propagación; y, por último, el que con nuestros propios medios no hemos podido combatirlo, al no poder contar con la ayuda necesaria de otras Comunidades y del Estado, porque bastante tenían con acudir a otros lugares, al estar media España ardiendo también. Parece que en los momentos que estoy escribiendo estas líneas estamos recibiendo ayudas de la Comunidades de Asturias, de Madrid, de Valencia y del ejército.

 

            Lo sentimientos que me surgen en estos momentos son de tristeza y rabia en proporciones descomunales. Nuestra provincia no se merecía esto, si tenemos en cuenta que ha sido una de las más castigadas por la Historia, por una serie de razones que no es el momento oportuno para insistir en ellas. La demografía nos lo demuestra. En el año 2008, nuestra provincia tenía 146.324 habitantes; lo que suponía 106.000 personas menos que en el año 1900. La cifra más elevada la alcanzamos en 1910 con 265.908 , y desde esta fecha hasta 2001 con 135.858, nuestro crecimiento fue negativo. Desde hace unos años hemos remontado, con la llegada de población foránea.

 

            Nuestra provincia parecía estar despegando en estos últimos años. Uno de los recursos que nos había proporcionado la naturaleza era nuestro paisaje, cada vez más solicitado por la sociedad actual, para llenar los amplios espacios de tiempo de ocio. Esperamos que este desastre no suponga un fuerte parón a nuestro importante turismo rural.

 

            Como conclusión, lo ocurrido debería servirnos para hacer unas serias y profundas reflexiones. No pongo en duda que se ha hecho todo lo que se ha podido con los medios de que disponíamos. Mas lo que parece claro es que no han sido los suficientes. También es obligado considerar como atenuante, que cuando se desencadenan estos desastres a la vez en diferentes sitios y en condiciones tan adversas es harto complicado poder acudir a sofocarlos. Admitida esta circunstancia, deberíamos redoblar los esfuerzos tanto humanos y materiales, para que si se presentan hechos como los actuales, estemos en mejores condiciones para prevenirlos, y en el caso de que irrumpan podamos combatirlos de una manera adecuada. Nos va mucho en juego.

 

En definitiva, unos días muy tristes y dolorosos para todos aquellos que amamos profundamente esta tierra turolense.

 

 

Cándido Marquesán Millán

2 comentarios

Dani -

De acuerdo básicamente en todo.

Sin embargo, yo he visto hechos, cosas, que me hacen pensar mal de determinadas personas de alta responsabilidad (por ejemplo, ver pasar el miércoles por Alcorisa un convoy militar y de bomberos muy numeroso, en dirección opuesta al incendio de Ejulve, cuando le habían dicho a su alcalde que daban su incendio por imposible..., me hace pensar mal en con que criterios se toman esas decisiones.)

El caso es que el mal ya está hecho, y en eso hay que pensar. Los incendios se apagan en invierno.

Como me dijo un miembro de un retén asturiano: "los bosques se queman más desde que los políticos los dirigen", haciendo referencia a que tanto parque natural y tanto proteccionismo no son buenos, en tanto en cuanto la limpieza y mantenimiento de los bosques es casi imposible la estar sobreprotegidos.

La gente de la montaña es la que mejor ha mantenido siempre los montes, con talas controladas, haciendo pasar sus rebaños por ellos,... Todo eso ahora no es posible, ¿por qué?.

Esto sólo ha dejado en evidencia la estructura forestal aragonesa y a sus responsables. Si todo el dinero que se han gastado en estos incendios, se hubiera invertido durante todo el año, a lo mejor estábamos hablando de otra cosa.

Pero, claro, eso no "vende".

Rubén -

http://lacerteza.blogspot.com/