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La campaña electoral del miedo




La actuación política del PP en esta legislatura se ha basado fundamentalmente en el uso de la mentira continua, así como en la creación de un estado de crispación, como nunca habíamos conocido en la reciente democracia española. Si los dirigentes del PP han actuado así, cabe pensar que habrán tenido razones de peso. Podría deberse a que les cogió desprevenidos la derrota electoral del 14-M. Tanta fue la sorpresa que quedaron noqueados, y la primera reacción fue la deslegitimar el triunfo de ZP y negar lo evidente, que habían salido derrotados en las urnas. La única explicación era de la una conjura, que quedó eliminada por la sentencia de Gómez Bermúdez. Posteriormente, fue la ruptura de la unidad de España, como consecuencia de la reforma del Estatuto de Cataluña, que ha sido aprobado y sigue existiendo la unidad de España. Continuaron con la política antiterrorista con la falacia de que ZP había claudicado ante los terroristas. ZP hizo lo mismo que Aznar, negociar con la banda antiterrorista, era su obligación. Sorprende comprobar, después de las cosas que han dicho, que los Zaplana, Acebes, Rajoy se atrevan a salir todavía en los medios de comunicación.

En cuanto a la crispación, hemos constatado sesiones parlamentarias durísimas,- podría servir de ejemplo la que se acusó a ZP de traicionar a los muertos- en las que la tensión se cortaba en el aíre, propiciada desde el banco de los populares, aunque no han estado solos en esta tarea. Contaron ya, muy de mañana, con la colaboración de la emisora de la Conferencia Episcopal. El abad de Monserrat, que también forma parte de la Iglesia, se ha lamentado en repetidas ocasiones de que los obispos españoles no hayan tenido el suficiente coraje de poner freno a la estrategia de envenenamiento que determinados comentaristas de la cadena están llevando a cabo y que contradice y repugna abiertamente los valores evangélicos y los de la convivencia democrática. Son de la misma opinión otros muchos católicos. No conozco, y ya tengo bastantes años, un locutor que haya emitido juicios más retorcidos, jalonados con insultos de todo tipo: el cochero de Drácula, víbora con cataratas, socialistas manchados de sangre… El daño que este individuo ha hecho a la convivencia entre los españoles será harto difícil de reparar.

Inmersos ya en la vorágine de la campaña electoral, los políticos presentan un conjunto de propuestas, cabe pensar, diseñadas para solucionar los problemas de los ciudadanos. Mas todos sabemos, los ciudadanos y los políticos, que muchas de ellas, una vez que llegan al poder, no van a ser puestas en práctica nunca. También es cierto que en una campaña todo se tolera dentro de unos límites. Lo que ya no me parece ético el tratar de arrancar votos a la ciudadanía mediante determinados procedimientos. Algunos políticos piensan que hay que ganar las próximas elecciones, sea como sea. El fin justifica los medios Los estrategas del PP han diseñado la campaña electoral, sin renunciar a sus ya conocidas mentiras, en unos pocos mensajes, claros y repetitivos, para que calen en la sociedad, y basados en meter el miedo en el cuerpo de los españoles, si sigue gobernado ZP. Tampoco es nada nuevo, ya que la derecha española ha sembrado siempre el mensaje de que la llegada de la izquierda al poder en la Historia de España no ha supuesto avance positivo alguno; muy al contrario, va ligada al desastre, la irresponsabilidad y a todo un conjunto de desgracias. La interpretación desde la derecha de la II República puede servir de ejemplo. Éste período no supuso nada positivo y como acabó además en una Guerra Civil, deberíamos estudiarlo para que nos sirviera de ejemplo de lo que nunca debería ocurrir. Siguiendo en la misma línea, ahora, no les importa en absoluto en apelar a determinados prejuicios extendidos en la sociedad española. Tratan de acongojarnos. Con el tema migratorio: los emigrantes nos roban en casa, nos quitan el trabajo o que van a colapsar la servicios públicos de sanidad y educación. En el tema del terrorismo y la vertebración territorial, con ZP, se producirá la ruptura de España, al estar ya firmada la claudicación o rendición del Estado frente a los terroristas o determinados grupos nacionalistas. En la cuestión económica vamos a la hecatombe: inflación, paro, hipotecas caras. Por cierto, las Comunidades autónomas con mayor incremento interanual del paro en el pasado mes de enero han sido las presididas por el Partido Popular, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo. Si analizamos el número de parados registrados observamos que la Región de Murcia es la Comunidad Autónoma con mayor incremento de paro entre enero de 2007 y enero de 2008, con una subida de casi el 25%. Le sigue la Ciudad Autónoma de Melilla con casi un 24%, Canarias, donde los populares gobiernan en coalición, con más del 17%, la Comunidad valenciana con un incremento del 16%, Madrid del 13% y La Rioja de casi un 11%.

El comportamiento de la izquierda cara a las próximas elecciones es muy diferente. Frente al miedo, optimismo e ilusión en el futuro. Frente a las caras desabridas, sonrisa. La diferencia es grande. No debería caer en olvido que en las pocas ocasiones que la izquierda ha gobernado, se ha producido un gran empujón de progreso y modernización en la Historia de España. Repasen todo lo que supuso la II República (incremento de la educación, laicismo, reforma agraria, subordinación del poder militar al poder civil, reconocimiento de la realidad autonómica…). Con Felipe González ( asistencia sanitaria universal, la aprobación de las pensiones no contributivas, y la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los 16 años, entrada en la Unión Europea…..) Y con ZP, además de intentar, era su obligación, solucionar el problema del terrorismo, se han producido extraordinarios avances sociales, al reconocer derechos, sin quitárselos a nadie a determinados colectivos: personas dependientes, mujeres maltratadas, homosexuales…

Ustedes, dirigentes del PP, podrán diseñar la campaña de la manera que les parezca más oportuna. Están en su derecho. Mas pienso que una campaña debe centrarse preferentemente -es la obligación de la clase política- en las propuestas creativas y atractivas y no en la descalificación apocalíptica del adversario o en el recurso al miedo o a los demás instintos primarios de los ciudadanos. Pueden intentar sembrar que la hecatombe está próxima. Mas, lo cierto es que muchos españoles no tenemos miedo alguno hacia el futuro. Todo lo contrario, muchos tenemos ilusión y optimismo en nuestro futuro. De nubarrones nada, por mucho que ustedes dirigentes del PP, nos quieran convencer de lo contrario con fines electoralistas. Al final, cada cual queda en su lugar. Las urnas tienen la última palabra.




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