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lLa conferencia política del PP

                                  

                       

 

            Me he leído a conciencia y detenidamente el discurso pronunciado por Mariano Rajoy en la jornada de clausura  de la Conferencia Política del PP, celebrada esta fin de semana en Madrid. Para poder opinar de algo, es recomendable conocerlo previamente. Algo infrecuente en el comportamiento de los españoles, que opinamos y sabemos de todo, independientemente de nuestro nivel de conocimiento. ¿Cuántos de los que han criticado con acritud el Estatut de Catalunya, lo han leído? Hecha está la advertencia, que no es baladí.

 

El discurso no aporta nada nuevo, que ya no supiéramos. Es más de lo mismo. Nada nuevo bajo el sol. Parece claro, a 4 meses de las elecciones, que los Zaplana, Acebes, Rajoy  no podían cambiar su oferta política, en la que tienen depositado todo su futuro político. De fracasar, todos a casa. Por ende,  renovación y gente nueva, como ha ocurrido siempre en los partidos políticos.

 

            Es un discurso catastrofista, con la pretensión interesada de mostrar una España al borde del abismo. Sirvan como botón de muestra las siguientes frases, transcritas literalmente: Ahora que están a punto de cumplirse 4 años de disparates encadenados; ahora que todo el mundo percibe la posibilidad de que este delirio termine….. Estamos preparados para superar el estancamiento de estos 4 años..Ya nadie sabe ni dónde estamos ni cuál es el rumbo… Antes de construir nada, lo que más necesitamos con urgencia es asegurar el terreno y los cimientos..  Han sido pulverizados todos los acuerdos de la Transición…Hemos malgastado 4 años… Que no estamos condenados a vivir en la irrealidad. Todo es desastre, locura y caos. Cabe pensar que D. Mariano lo ha escrito y leído para consumo interno. Cualquier foráneo recién llegado a España que oyera semejantes lamentos jeremíacos, echaría a correr, en un sálvese quien pueda.

 

            Además, por si no fuera todavía bastante, parecen gravísimas algunas afirmaciones, que recuerdan viejos tiempos, al reconocer el presidente del P.P. taxativamente de que no hay otra alternativa: Tenemos un proyecto, el único que hay, dicho sea de paso… Sería suicida  que perdiéramos más tiempo. O yo o el suicidio.

 

            Acusa  al gobierno de Rodríguez Zapatero de sembrar la discordia entre los españoles: No es de recibo que se siembre cizaña entre los españoles. La memoria suele resultar muy quebradiza. ¿Quién siembra más cizaña el que devuelve unos papeles de un Archivo de la Guerra Civil a sus antiguos propietarios  o el que dice que hacerlo es un expolio? ¿Quién siembra más cizaña el que acepta una reforma de un Estatuto, aprobada por sus diputados autonómicos, o quién, tras ser aprobada por referéndum, presenta un recurso de inconstitucionalidad? Deberían pensar seriamente los dirigentes del P.P. si su comportamiento en relación a los temas anteriormente mencionados sirvió para unir o desunir más a Cataluña con el resto de España.

           

Reafirmación de su españolismo. Rajoy con contundencia afirma en su discurso:  España no alberga más que una nación. El Estado de las Autonomías es el que recoge toda la Constitución y no sólo el Título VIII. Deben acabarse la subasta de transferencias. Necesidad de 2/3 para cualquier reforma que afecte al bloque constitucional y las principales instituciones del Estado. Garantizar a las Cortes la capacidad para regular la política educativa y lingüística; así como también por Ley  del derecho a usar y aprender  el castellano en toda España y en todo el sistema educativo. Declaración institucional en el Parlamento de que no habrá ninguna negociación política con ETA. El Sr. Rajoy, parece que no entiende nada. El tema más complejo que tiene el Estado español hoy, no ha caído aquí de una teja el 14-M, es el de la vertebración territorial. Así no se soluciona, como ya lo intentó en una no muy lejana manifestación, leyendo en la Puerta del Sol, que la nación no es más que una. De verdad, la cuestión catalana o vasca es más compleja. Hay que negociar, pactar, y dialogar. Lo que debe hacerse es tender puentes entre Cataluña y Euskadi con España y no dinamitarlos a cañonazos verbales.

 

 Para solucionar los problemas económicos de los ciudadanos, era previsible: Una reforma fiscal, para que no paguen más a Hacienda los trabajadores y pensionistas que ganen hasta los 16.000 euros; una rebaja adicional de impuestos a todas las mujeres que trabajan fuera de casa, y subida de las pensiones más bajas, para dar una adecuada respuesta a aquella ciudadana que le preguntó cómo llegaba a fin de mes con 350 euros de pensión.

 

En cuanto al futuro. Debemos recobrar nuestro prestigio exterior. Tenemos que competir con las grandes potencias como: Francia, Alemania, Gran Bretaña. Para ello es fundamental una Educación de calidad, que se conseguirá con una profunda Reforma del sistema educativo, ya que hoy es de tercera clase. Hay que recuperar la cultura del esfuerzo.

 

 Parece poco bagaje para tan largo viaje.

 

 

Cándido Marquesán Millán

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