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¿La socialdemocracia habrá aprendido la lección?

                                

 

La situación política, social y económica es gravísima, producto de la implantación del neoliberalismo. Lo que no significa el que se haya reconocido la crisis de este. Muy al contrario, en Europa la crisis financiera se afronta con recetas neoliberales. Por ello, una salida justa y solidaria de este lodazal es utópica.

           

Que la derecha de los Reagan, Thatcher, Kolh, Aznar, Merkel, Rajoy, sin fantasma que la inquiete, haya actuado con estos planteamientos neoliberales, entra dentro de la más estricta lógica. Es coherente. Mas, esta es una derecha mucho más cruel y más inhumana que la de los conservadores británicos, que junto con los laboristas pusieron en marcha el Estado de bienestar tras la II Guerra Mundial, o que la democracia cristiana alemana de Adenauer (CDU), del partido de Merkel, que según Antoni Domenech “En el   Programa Neheim-Hüstener de 1946 hablaba de “socialismo cristiano”; y en el Programa de Ahlen (1947): “El sistema económico capitalista no ha sido justo con los intereses vitales del pueblo alemán. El objetivo de ese nuevo orden social y económico no puede ya seguir siendo la aspiración  capitalista al beneficio y al poder, sino sólo el bienestar de nuestro pueblo”.

 

 Lo que no parece lógico es que la socialdemocracia europea, traicionando a sus principios, de ahí sus continuas y contundentes derrotas electorales, se haya sumado sumisa y complaciente a esta vorágine neoliberal. Al respecto Yanis Varoufakis, economista greco-australiano, y consejero de Szyra, ha escrito  un artículo de esclarecedor titulo Cuándo y por qué se jodió la socialdemocracia europea, del que expongo sus ideas básicas. En la socialdemocracia anterior hubo personajes como Kreisky que entendieron la importancia de mantener a raya y en mínimos la financiarización, la explotación del trabajo y las burbujas inmobiliarias. ¿Cómo la socialdemocracia europea abandonó los principios de Kreisky, de Brandt y de Palme? Del dinero que fluía  a raudales del sector financiero, olvidándose de la explotación de los trabajadores, pensó en capturar una parte para hacer sus propias políticas. “Dejemos libres a las finanzas y ya capturaremos una parte para financiar el Estado de bienestar”. Esta era una idea más moderna que cargar impuestos a los industriales. Los banqueros les facilitaban el trabajo, dándoles unas migajas de este banquete. Así  Blair incrementó el gasto público y ZP la dependencia o el cheque-bebé. Mas,  para financiar sus programas los socialdemócratas tuvieron que tragarse, entera, la lógica de la financiarización, no sólo el anzuelo y el señuelo, sino la línea entera, y aun el flotador. Tuvo que renunciar a su tradicional desconfianza respecto de los desregulados mercados financieros, laborales e inmobiliarios. Olvidó su juicio crítico. Se metió en la boca del lobo, y ahora no sabe cómo salir. Y así, cuando en 2008 irrumpió la crisis, la socialdemocracia europea carecía ya de las herramientas analíticas y de los valores éticos para realizar un diagnóstico crítico del sistema colapsado. Todavía más, claudicó frente a los remedios ofrecidos por la derecha, como la única alternativa posible (rescates bancarios, destrucción del Estado de bienestar para el lucro privado..), cuyo propósito es sacrificar a los trabajadores para beneficio de los financieros. La historia es conocida. ¿Habrá aprendido la lección? De momento, no. La socialdemocracia carece de  un relato claro y contundente para enfrentarse al neoliberalismo. La esperanza de Hollande ha sido un fiasco. Para Rafael Poch,  el SPD germano no parece socialista, con un candidato Steinbrück, que ya fue ministro de finanzas en el primer mandato de Merkel (2005-2009), diseñado para perder elecciones, al declarar insuficiente el salario de 17.000 euros mensuales, más dietas del canciller, cuando hay millones de minijobistas; al  influir para bajar los precios energéticos al consorcio ThyssenKrupp, desde su consejo de administración del que cobró 56.000 euros; al haber ganado como diputado millón y medio en 327 conferencias impartidas en tres años, un record absoluto en el Bundestag. Letal para su imagen y la del SPD.

 

 En España, el PSOE deambula desnortado, probablemente porque no tiene claro el concepto de “socialismo”. Por ello ignoro si no sabe, no quiere o no puede construir ese relato para enfrentarse a las brutales políticas del PP. Se limita a cubrir el expediente, esperando que escampe. Hablar de políticas de crecimiento, de combatir el paro juvenil, o presentar algún recurso de inconstitucionalidad con foto incluida; o amagar con la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede- ya tardan-, parecen poca cosa. Ahora mendiga acuerdos con el Gobierno de Rajoy, para consolidar institucionalmente a Rubalcaba como líder de la oposición. La situación del PSOE según Alexis Tsipras, presidente de Syriza tras una reunión con Rubalcaba “Me ha confesado que su partido lo tiene muy difícil porque la gente se acuerda del Gobierno de ZP”. Le he reconocido la decisión crítica y difícil que tienen, que no pasa por tratar de adormecer a los ciudadanos para que olviden el pasado, sino por girar a su partido hacia la izquierda”, “el dilema estratégico” de la socialdemocracia es “si va a reivindicar el voto popular para participar en un gobierno de coalición con la derecha o si va a virar a la izquierda y buscar alianzas con la izquierda radical“.

 

 

 

Cándido Marquesán Millán

           

 

 

 

 

 

 

 

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