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Necesidad imperiosa del “Aggiornamento” en el PSOE

 

 

La gravedad de la situación política, social y económica en esta nuestra querida España es inmensa, sin que den muestras de malestar los gobernantes del PP.  Lo que están haciendo es lo que siempre han creído, por lo que no se les puede acusar de incoherentes, otra cosa es lo que expresaron en sus campañas electorales, en las que mintieron como muy pocas veces ha ocurrido en un sistema teóricamente democrático. No merece la pena detenerse en esta situación crítica, ya que todos la estamos padeciendo. Se ha llegado como señala Josep Ramoneda a una cultura nihilista, en la que todo está permitido. La consolidación fiscal justifica todo. Mas, me parece muy  grave también el  que no haya una alternativa creíble y clara del principal partido de la oposición. Hoy los dirigentes del PSOE, además de administrar y repartirse las escasas migajas tras las sucesivas y contundentes derrotas, y de esperar el desgaste del enemigo para acceder un día al poder, dan la impresión de estar ejerciendo una oposición insustancial e intrascendente, tratando de cubrir el expediente. Se limitan a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra el euro por receta, como si fuera la panacea universal; a mostrar su apoyo a las diferentes mareas, qué menos; a defender, aunque sin mucha convicción, políticas de crecimiento frente a las de austeridad para generar empleo, sin que nadie sepa cuáles son; a oponerse al incremento de las tasas judiciales. Y no mucho más. Eso sí, dicen que son tiempos para reflexionar. Pues, a reflexionar toca, mas cuando acaben de  reflexionar, los daños producidos serán irreversibles e irreparables. Mas lo cierto es que el PSOE, que ha sido una referencia fundamental en estos 30 años pasados para la gran mayoría de la sociedad española, hoy la  está perdiendo a marchas forzadas. Lo expresa muy bien, un militante del PSOE de Madrid-PSM, Enrique del Olmo en un reciente artículo contundente y clarificador PSOE: Prudencia y Temeridad “Los datos electorales, las encuestas, la sensación de la calle, las bajas de militancia,…todo, absolutamente todo, muestra la perdida de peso social del Partido Socialista, la baja credibilidad que para la ciudadanía tiene lo poquito que dice. Ya no es que se esté de acuerdo o en desacuerdo, es que ni siquiera se le presta atención”. No anda descabellado. Entiendo que para comenzar a ser escuchado de nuevo por la sociedad española, debería además de reconocer los errores cometidos y que en un acto de generosidad  abandonaran la primera fila los que tuvieron una directa participación en ellos, construir un relato político claro, creíble, alternativo y socialista. No quiero detenerme hoy en ese relato alternativo, que lo haré en otra ocasión, no obstante aunque sea de pasada  solo quiero enunciar algunas de posibles propuestas: referéndum sobre  Monarquía o República; implantación de un Estado laico, denunciando los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede; reforma constitucional de artículos como el 135, que prioriza el pago de la deuda sobre el gasto social, o el 8  ,una autentica espada de Damocles sobre el poder político, que dice  “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.”; reforma de la ley electoral; sistema fiscal progresivo con una clara persecución del fraude; revisión de la deuda pública para conocer cuál es odiosa; control o nacionalización de servicios básicos fundamentales como energía, telecomunicaciones; control del sistema financiero; defensa, pero de verdad, de los servicios públicos frente a los señuelos de la privatización; lucha a muerte para el mantenimiento y reforzamiento del Estado de bienestar; persecución de cualquier tipo de corrupción política; financiación suficiente y transparente de los partidos políticos para librarse de la dependencia de los poderes financieros y empresariales; revisión y consiguiente rectificación del modelo neoliberal de la Unión Europea. Si el PSOE tuviera el coraje de proponer y defender estos planteamientos, es probable, mejor seguro, que empezaría a remontar sus expectativas de voto. Mas, hoy me fijaré en otro aspecto, también fundamental.

Para salir a solucionar los problemas de la sociedad, el PSOE debería resolver sus problemas internos, que son muchos y profundos. Uno de ellos la falta de democracia interna en cuanto a su funcionamiento.  Su existencia no debería ser una deferencia o concesión de sus dirigentes, ya que es un mandato constitucional. El artículo 6º de nuestra Constitución es muy claro: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.” De la misma manera la democracia interna la establecen categóricamente los estatutos de los diferentes partidos.  Mas cualquiera preocupado por la cosa pública y que conozca el funcionamiento del PSOE sabe que hablar de democracia en el es una burla. Y esa falta de democracia la propicia el aparato, pues son sus dirigentes, quienes toman las decisiones marginando a las bases. El aparato, la excesiva burocracia interna, la lucha a muerte por el poder, y el culto a la alabanza y la sumisión, son absolutamente incompatibles con la opinión, la saludable discrepancia y el debate transparente. Por ello, la renovación de ideas y personas es imposible. Y no lo es porque sus dirigentes tienen auténtico pavor a la "democracia", es decir, al debate de ideas, a permitir las discrepancias. Sorprende la pasividad de muchos de sus militantes del PSOE. Lo que estoy diciendo es lo que todo el mundo piensa y pocos se atreven a decirlo. Lamentablemente esta es la deriva por la que camina este partido, como también en  todos los demás. Nada nuevo bajo el sol. Esta situación viene de lejos, ya nos lo señaló Robert Michels en su conocida "ley de hierro de la oligarquía" en 1911 en su libro, basado en la dinámica institucional de Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Partidos Políticos. Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas en la democracia moderna. La tesis fundamental es que no es posible la lucha obrera sin organización, pero que esta trae consigo especialización de funciones, división del trabajo, y con ellas, burocracia, jerarquía y el gobierno crecientemente oligárquico de una cúpula cada vez menos sometida al control de las bases. Expone cómo y por qué mecanismos los dirigentes políticos del partido tienden a integrarse en el sistema social y económico vigente, en contra de la opinión mayoritaria de las bases; cómo se perpetúan y se reproducen por cooptación; y cómo, finalmente, los de abajo que aspiraban a llegar arriba establecen un relación clientelar con los dirigentes. La conclusión es desoladora, ya que si en el partido de vocación más democrática, como el SPD alemán, se cumple esta "ley de hierro de las oligarquías", entonces tiene que suceder con más intensidad en el resto de partidos. Por ello, la obra de Michels debería ser de obligada lectura para los dirigentes del PSOE.

En este proceso de democracia interna, se debería contar con la militancia, ávida de expresar su opinión y que no puede hacerlo.  Muchas asociaciones del PSOE no se reúnen nunca, salvo para aprobar las listas electorales. También cuentan con la militancia para llenar los pabellones deportivos o las plazas de toros en campaña electoral y vitorear a los diferentes candidatos, que acuden para la ocasión con vaqueros y chaquetas de pana. Deberían funcionar grupos de trabajo de militantes y simpatizantes específicos sobre diferentes temas: educación, sanidad, medio ambiente, política industrial… para plantear  y debatir propuestas, y las conclusiones fueran reflejadas en los programas electorales. Ya que hoy los confecciona algún listillo del partido un fin de semana a base cortar y pegar.

También deberían contar con la sociedad civil y acercarse a ella, tratando de recoger sus problemas y sus preferencias para canalizar sus preocupaciones, que son muchas en estos momentos. Procedimientos hay muchos. Los cabezas pensantes del partido, con dedicación a jornada completa a la actividad política, tienen que saber cómo pueden llegar a la ciudadanía. No obstante, un ciudadano de a pie, se toma la licencia de expresar alguna de estas iniciativas. Ahí podían desempeñar un papel fundamental las TIC, con páginas webs actualizadas y operativas para informar de las actividades del partido y recoger las propuestas de la sociedad civil. Tener una presencia más activa los dirigentes del partido en los medios de comunicación con artículos de opinión, en debates de radio o televisión.  Senadores y diputados tener despacho abierto durante algunos días a la semana en las sedes de los partidos  para recibir a los ciudadanos. Celebrar periódicamente reuniones con las diferentes asociaciones de la sociedad civil: asociaciones de jubilados, de parados, de jóvenes, de padres y  madres, de vecinos, de universitarios, de emigrantes, etc.  En definitiva hay que salir a la calle.  El PSOE necesita aggiornamento, es decir “la puesta al día”, o “la actualización”, con respecto a la calle.  Me parecen muy oportunas las palabras de Juan XXIII emitidas el 25 de enero de 1959“Abramos las ventanas de la Iglesia”. “Quiero abrir ampliamente las ventanas de la Iglesia, con la finalidad de que podamos ver lo que pasa al exterior, y que el mundo pueda ver lo que pasa al interior de la Iglesia.” Eso mismo necesita el PSOE, aunque no sé si en su estructura hay alguien para emprender y liderar esta tarea.

Cándido Marquesán Millán

 

 

 

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