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La esquizofrénica carrera armamentista

                       

 

Este mundo actual en que vivimos tiene mucho de drama  y de esquizofrenia. En principio te podrá parecer excesiva esta apreciación tan negativa, no obstante si tienes la paciencia de leer las líneas que siguen, podrás comprobar que no lo es. ¿Cómo puede entenderse que en la situación de crisis económica actual se sigan incrementando los gastos militares?

 Tal como ha escrito  Vicenç Fisas, en el último informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar mundial ascendió en el 2009 a 1,5 billones de dólares, lo que representa un gasto diario de 4.200 millones de dólares, una cifra jamás alcanzada, ni en plena Guerra Fría. El gasto militar mundial se ha disparado a causa de los gastos de Estados Unidos, que con 661.000 millones de dólares, absorbe el 43% del gasto total, aunque el aumento se sigue produciendo en la casi totalidad de las regiones. Es un fenómeno universal. El gasto militar global creció el 4% en 2009, el 50% más que en 1999. Esa cifra equivale al 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y a 217 dólares por cada habitante del planeta. La humanidad gasta unas 200 veces más en armas que en luchar contra el hambre, ya que según la FAO, en 2008, los países a este menester solo se comprometieron a aportar 4.500 millones de euros.

Según el periodista chileno Raúl Shor, el presidente peruano Alan García en la 40ª Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en Lima el pasado junio señaló: “En los cuatro años desde la fundación de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se compraron 25 mil millones de dólares en armas y se gastaron 150 mil millones de dólares en gastos militares corrientes de mantenimiento”. Advirtió que “si seguimos así, en los próximos cuatro años compraremos 35 mil millones y gastaremos 200 mil millones de dólares en gastos de mantenimiento”. La lista de los mayores gastadores en el rubro bélico son: Brasil, Colombia, Venezuela y Chile. A mayor abundancia, el canciller peruano José García Belaunde dijo ante el Consejo Permanente de la OEA que el gasto aumentó 150% en el período 2005-2009 respecto de 2000-2004”. En estos momentos Brasil se apresta a realizar masivas compras que por mucho exceden sus necesidades defensivas. Y pese a los progresos, el país tiene una gran masa de su población sumida en la pobreza. Por ello, resulta inexplicable su ambición de construir un submarino nuclear que costará miles de millones de dólares.

Según el SIPRI, , durante 2009, el negocio de la guerra movió en España más de 1.300 millones de dólares, (964 millones de euros). El Estado adquirió armas por valor de 431 millones de dólares, pero las empresas españolas vendieron armamento por 925, unos 686 millones de euros. Así, se situó como el sexto país del mundo en exportación de armamento, por encima de China (870 millones de dólares) o Israel (760). Durante todo el año pasado fue Noruega el país que más ingresos proporcionó a las empresas españolas.  Argentina, Brasil, Colombia o Venezuela también adquirieron a lo largo del año pasado armamento pesado español. El Gobierno español también hizo sus propias adquisiciones. El Sipri refleja la compra de los cien vehículos blindados RG-31 a Suráfrica, lo que permitió la sustitución del parque de BMR en zonas de conflicto en las que están presentes las fuerzas españolas, como Afganistán o Líbano. España también adquirió dos misiles antitanque de la marca Skipe a Israel por 11 millones de dólares.

 

 Los datos son suficientemente contundentes. Estamos ante una esquizofrénica locura armamentística. No obstante, tampoco vamos a descubrir el Mediterráneo al señalar que la  guerra es uno de los mayores negocios. Existe una directa relación de la "guerra” con las ganancias y la expansión de los consorcios armamentistas USA, que resultan, juntos con las petroleras y las corporaciones de servicios (que incluyen a las compañías de "seguridad privada"), los beneficiarios principales de las invasiones y ocupaciones militares, tanto en Irak y Afganistán, como de los conflictos actuales y potenciales en Medio Oriente y en todo el planeta.

 

Dicho lo cual, naturalmente que se puede llevar a cabo un replanteamiento de la política militar. No tiene sentido como señala Vicenç Fisas que la Europa de la OTAN mantenga todavía unos ejércitos formados por 2,1 millones de personas. ¿Para defenderse de quién? Y no vale la argumentación de que sirven para participar en operaciones de mantenimiento de la paz, porque estas operaciones sólo movilizan a un pequeño porcentaje de los efectivos mencionados. La Europa de la OTAN mantiene todavía una estructura heredada de la Guerra Fría, con algunos recortes, pero no ha sido capaz de organizar un ejército integrado y racionalizado del orden de los 500.000 efectivos, con un ahorro de unos 200.000 millones de dólares anuales. Pero intuyo que las cosas van a seguir igual.  Poco ha el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha reclamado a los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica gastar «lo suficiente» en defensa, es decir, el máximo posible, cuando de lo que se trata es de pensar en cómo gastar lo mínimo posible.

Pere Ortega del Centre d'Estudis per la Pau J. M. Delàs señala que frente a las medidas  el gobierno de Rodríguez Zapatero para hacer frente al déficit público, habría otras  soluciones socialmente progresistas, como una mayor reducción del gasto militar para destinarlos a la economía realmente productiva, aquella que está ligada al desarrollo a través de la salud, la educación y el crecimiento económico. Per exemple, només caldria anul•lar algunes de les despeses militars més inútils, sobretot les destinades a inversions en nous armaments, per alliberar recursos i fer front al dèficit públic i també per crear més ocupació. A l'Estat espanyol la despesa militar de l'any 2010 està previst que sigui de 18.000 milions € (50 milions € al dia), dels quals 2.414 milions € aniran destinats a inversions, en la seva majoria per adquirir nous armaments; a R+D es dedicaran 1.182 milions € en ajuts a indústries militars per fer recerca de nous tipus d'armes. En España el gasto militar del año 2010 está previsto que sea de 18.000 millones € (50 millones € al día), de los cuales 2.414 millones € irán destinados a inversiones, en su mayoría para adquirir nuevos armamentos, a I + D se dedicarán 1.182 millones € en ayudas a industrias militares para hacer investigación de nuevos tipos de armas. Així el govern espanyol ho tindria ben fàcil, només caldria suspendre els ajuts en R+D il'adquisició d'alguns dels grans projectes, com ara l'avió de combat EF-2000, l'helicòpter Tigre, l'avió A400M, el submarí S-80, o el blindat Leopard, amb un cost global, d'aquí al final dels projectes, de 15.000 milions €. Así el gobierno español lo tendría muy fácil, sólo habría que suspender la adquisición de algunos de los grandes proyectos, como el avión de combate EF-2000, el helicóptero Tigre, el avión A400M, el submarino S-80, o el blindado Leopard, con un coste global, de aquí al final de los proyectos, de 15.000 millones €. També es podrien retirar les forces militars de l'exterior, especialment les destinades a la guerra d'Afganistan, que l'any 2009 van tenir un cost de 713 milions € i que enguany superaran els 1.000 milions, atès que s'ha ampliat en 500 soldats el nombre de tropes desplegades. También se podrían retirar las fuerzas militares del exterior, especialmente las destinadas a la guerra de Afganistán, que el año 2009 tuvieron un coste de 713 millones € y que este año superarán los 1.000 millones, habiéndose ampliado en 500 soldados el número de tropas desplegadas.

També està la qüestió del nombre de forces armades de què disposa l'Estat, aquest any s'aspira arribar a 130.000 efectius, il'objectiu és incorporar-ne cada any entre 2.000 i 4.000 fins arribar als 170.000 efectiTambién está la cuestión del número de fuerzas armadas de que dispone el Estado, este año se aspira llegar a 130 mil efectivos, el objetivo es incorporar cada año entre 2000 y 4000 hasta alcanzar los 170.000 efectivos. La crisi obre l'oportunitat per a un debat públic sobre quins són els perills i les amenaces que pateix la societat espanyola per mantenir un exèrcit sobredimensionat, i adaptar-lo a les necessitats reals de la defensa del país. La crisis abre la oportunidad para un debate público sobre cuáles son los peligros y las amenazas que sufre la sociedad española para mantener un ejército sobredimensionado, y adaptarlo a las necesidades reales de la defensa del país. Un estalvi en aquest terreny passaria per no incrementar el nombre de soldats aquest any 2010, i planificar una reducció de tropes a partir de l'any vinent fins a una xifra més raonable de 50.000 efectius. Un ahorro en este terreno pasaría por no incrementar el número de soldados este año 2010, y planificar una reducción de tropas a partir del próximo año hasta una cifra más razonable de 50.000 efectivos.

Con los grandes problemas que acucian a la humanidad como la crisis económica, el paro, el cambio climático, el subdesarrollo… el actual gasto militar parece una auténtica locura. Si has tenido la suficiente paciencia, estimado lector, de llegar hasta el final, podrás entender que mi apreciación tan negativa del inicio de estas líneas está totalmente justificada.

Cándido Marquesán

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