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¿Legislatura acabada?

 

La soledad del gobierno de Rodríguez Zapatero, que ha sacado adelante a trancas y barrancas el decreto de recortes sociales por un solo voto en el Congreso de los Diputados, para la reducción del déficit público en 15.000 millones de euros, ha sido total. Al gobierno no le ha quedado otra opción que tirar para adelante tal política de ajuste, en contra de sus principios ideológicos, por la presión de los mercados y  las autoridades económicas internacionales: FMI, UE… En este contexto no le quedaba otra posibilidad, lo que no deja de ser lamentable, además de perjudicial para amplios sectores de la sociedad española.

La actuación de los diferentes partidos políticos ha sido la lógica y entraba dentro de lo previsible. La mayoría despavorida ha huido y dejado sólo al gobierno, tal si estuviera apestado. No podían votar a favor, ya que de haberlo hecho, esto hubiera supuesto  asumir un elevado coste político, cara a las próximas elecciones, que no parecen muy lejanas en el tiempo. Por lo que hace referencia al principal partido de la oposición, aunque está en el fondo de acuerdo con el decreto, ya que siempre había manifestado la conveniencia de reducir el déficit público, no podía desaprovechar la ocasión de decir no al gobierno de ZP, ya que no ha hecho otra cosa hasta ahora. Resulta todo un ejercicio de hipocresía y cinismo, sabiendo quiénes son  que vengan ahora a presentarse como defensores de pensionistas, funcionarios, dependientes y parados... Verlo para creerlo. Entra dentro de lo posible que tal actuación de los populares haya recibido las reprimendas de los gobiernos de Sarkozy y Ángela Merkel, si tenemos en cuenta que los gobiernos de Francia y Alemania han elogiado la política de ajuste de ZP. A los populares está circunstancia  no les ha importado demasiado, obsesionados como están con la llegada a la Moncloa, sea como sea y cuanto antes mejor. Independientemente que las medidas del gobierno no han servido para contener la crisis económica, lo que parece claro también que no sería tan grave si el PP hubiera arrimado algo el hombro. Mas en su agenda política no hay otra cosa que desalojar a ZP. Les da lo mismo el déficit, la deuda pública, el aumento del paro, y que cada día los datos económicos sean peores.

            En cuanto a CIU, cabe destacar que, una vez más, ha demostrado saber estar a la altura de las circunstancias, dando muestras de auténtico sentido de Estado. Lo mas cómodo cara a su electorado le hubiera resultado votar en contra. El discurso de Duran ha sido muy duro, mas  pienso que el significado de su voto de abstención está perfectamente reflejado en las palabras: "Si se rechazara, mañana los mercados castigarían nuestra deuda y sería muy difícil emitir deuda”. Su pretensión loable era que España no cayera en un pozo más profundo, circunstancia más que probable de no ser aprobado el decreto del gobierno. También es cierto que no  le interesaba el adelanto de las elecciones, para que no coincidieran con las catalanas.  Puede  que les interese adelantarlas para el 2011, circunstancia que puede darse si votan en contra de los Presupuestos para el año próximo, tal como lo hizo Pujol en 1995, cuando retiró su apoyo a Felipe González para provocar el adelanto electoral.  En la misma línea argumental cabe entender la abstención de UPN y CC. para evitar males mayores a la economía española. "El momento requiere patriotismo con mayúscula", aseguró Ana Oramas (CC). “Por favor, no nos hagan pasar otro bochorno planetario", resumió Carlos Salvador (UPN). El PNV justificó su voto en contra, con el argumento de que las medidas planteadas son «insuficientes, injustas y contraproducentes» para relanzar la economía y el empleo; aunque los verdaderos motivos pudieran ser más bien  el no habérseles aceptado su propuesta: que el aplazamiento de las obras de infraestructuras no se aplicase a la Y vasca y que se retrasase un año más la cesión de las políticas activas de empleo para el Gobierno vasco, una medida que perjudicaba al lehendakari, Patxi López.

En cuanto a todas las fuerzas de izquierda su voto negativo está plenamente justificado y pleno de coherencia. No pueden votar a favor de una medida que perjudica a amplios sectores de la sociedad española, sectores que no han tenido nada que ver en el origen de la crisis. Todas estas fuerzas políticas desearían que el déficit se corrigiera por la vía del incremento de los ingresos, con una reforma fiscal más agresiva, en lugar de la reducción del gasto social. No obstante, poner en marcha esta política requiere su tiempo. Y lo que estaban exigiendo los mercados para salvaguardar la solvencia económica de España eran medidas rápidas y contundentes, como la que ha puesto en marcha el gobierno.

Como conclusión final, lo que parece claro es que mucho tienen que cambiar las circunstancias políticas y económicas, para que Rodríguez Zapatero acabe en su totalidad esta su segunda legislatura. También será muy importante cómo salga la reforma laboral en negociación en estos momentos entre empresarios y sindicatos, ya que en el caso de que tenga que hacerla el gobierno por decreto, es muy previsible que las fuerzas sindicales convoquen una huelga general, por lo que la situación del gobierno llegará a unos límites muy complicados de soportar.  La prueba de fuego será la aprobación de los presupuestos del 2011, para lo cual deberá tender puentes, tarea harto complicada, con CIU, PNV, CC, UPN, ya que con las fuerzas de izquierda parecen estar completamente rotos. Mas en política nada es imposible.

 

Cándido Marquesán Millán

 

1 comentario

manuel -

Qué duda cabe que cuando los resultados son malos la soledad hace presencia, otra cosa hubiera sido que el actual gobierno sacara buena nota en sus obligaciones, en ese caso todos los socios políticos se apuntarían parte del éxito. Pero en este mundo competitivo las reglas están así escritas.
En cierto modo cada cual es responsable de lo que le acontece, y el Sr. Presidente, en mucho, tiene bastante responsabilidad en la difícil situación actual. Comenzó su legislatura negando la crisis cuando ya era evidente, pero aceptarlo no le interesaba políticamente; no ha querido tomar decisiones en el momento oportuno, decisiones con alto coste electoral pero necesariamente aconsejables por el bien del país. Se puede estar de acuerdo o no con las políticas neoliberales que imperan por el mundo occidental, pero de lo que se trata es de solucionar las situaciones difíciles con el menor coste posible. El Presidente ha tomado las decisiones cuando ya no le ha quedado otro remedio, y es de agradecer que finalmente se haya puesto a trabajar decididamente por que también le podían haber dado ganas de convocar elecciones y dejarle el “muerto” a otro.
Lo tiene difícil el Sr. Presidente, los sindicatos, que hasta la fecha no han dicho ni “mu” con la cifra de parados que está soportando el país, comienzan a presionarle y le amenazan con montarle una huelga general si se toca la normativa laboral. Esta amenaza, no se sabe si es real o es una postura ficticia para demostrar a los trabajadores cuanto se preocupan por ellos cuando las cosas vienen mal encaradas. Porque realmente los sindicatos de trabajadores tienen pocos afiliados, y muchos de los que tienen se benefician de las prebendas de los representantes sindicales. No soy de ciencias y recuerdo mal los números, pero la cantidad que el Gobierno destina a subvencionar y mantener los sindicatos de trabajadores creo que es muy elevada. Por eso dudo de la dureza de tal huelga general.
Respecto al partido opositor no me podía imaginar otra posición que la que mantiene; por si acaso las medidas no triunfan no se animan a suscribirlas. Convendría que la clase política del país fuera solidaria en los momentos difíciles pero me parece una utopía en este país. Me viene a la memoria uno de los primeros temas que leí en este blog, en el que se hacía mención a la dificultad que existe en nuestro país para ponerse de acuerdo para solucionar los problemas. Así pues, la competencia y rivalidad motivan al Partido Popular que ve en cada despropósito del gobierno un punto de apoyo para conseguir más éxito electoral en las encuestas; esta actitud, que me parece muy poco digna, es propia en política.
Imagino lo triste y difícil que tiene que ser para un presidente de izquierdas tomar las medidas que va a tener que tomar, pero en la vida, nos toca en numerosas ocasiones renunciar a nuestras ideas para asumir los retos que se nos presentan. Los partidos de izquierda deberían de tener previstas políticas efectivas para afrontar este tipo de situaciones y ya nos quedará para el futuro saber si los partidos de derechas son capaces de resolver los problemas que tenemos y con qué coste.
Me parece muy acertado el análisis que se hace de la situación política en este artículo. Solamente me queda decir que espero que las próximas decisiones, sean las que sean, solucionen, efectivamente y con el menor coste posible, los problemas del país.
Salud.