Blogia
dorondon

Los obispos en campaña electoral

                           

Los  obispos  han decidido implicarse de lleno en la campaña electoral del próximo 9-M.  Primero fue la concentración en la Plaza Colón a favor de la familia cristiana,  ahora con determinados documentos pastorales. Como muestra puede servir el dado a conocer por la Asamblea de los obispos andaluces, celebrada en Córdoba, los días 22 y 23 de enero pasados: Orientaciones pastorales de los obispos de Andalucía sobre las próximas elecciones generales y autonómicas.

 

La iglesia católica, como cualquier otra institución en un sistema democrático, es libre de manifestar su opinión sobre cualquier asunto público, incluidas unas recomendaciones sobre unas elecciones. Mas, lo que no parece de recibo es decir que se es neutral en política, y sin embargo, bajar a la arena política de una manera clara y manifiesta. Como prueba fehaciente de lo que estoy afirmando, vamos a examinar lo más enjundioso del mencionado documento pastoral.

 En el prólogo se indica que “Las elecciones de 9 de marzo, son una ocasión de preguntarnos todos serenamente por el tipo de comunidad humana y política que queremos para nosotros y para el futuro, y que la Iglesia alaba y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al bien de la cosa pública aunque, sabe también que ellos son particularmente responsables, ante Dios y ante los hombres, no sólo de la honradez de su gestión, sino también de unas políticas que favorezcan o dificulten una vida humana mejor, más libre, y más capaz de orientarse libremente hacia la verdad y hacia el bien.”   Prosigue con “Los inmensos medios que el poder pone hoy en manos de los responsables políticos hace que la tentación de manipular a la sociedad, y de reducir el gobierno de los hombres a un control cada vez más minucioso y estricto de todas las dimensiones de la vida, incluso de la conciencia, sea una tentación muy fuerte, a la que se cede con frecuencia. La libertad es un bien frágil. El peligro del totalitarismo, aún con apariencia democrática, es un peligro muy real en nuestro mundo, al que están expuestos todos los partidos políticos, y no sólo en España.  Criterios decisivos para juzgar las diversas opciones políticas los constituyen la tutela de la vida desde su concepción hasta su fin natural, y el apoyo a la familia y al matrimonio basado en la unión entre el hombre y la mujer. Los proyectos, más o menos explícitos, de ampliar la ley del aborto o de abrir el camino a la eutanasia, deben ser claramente rechazados en el plano cultural y político.  Es especialmente preocupante, como ha señalado la Conferencia Episcopal Española, que se haya introducido “en el sistema educativo español una nueva asignatura obligatoria, conocida como «Educación para la ciudadanía», cuyo objetivo es la formación de la conciencia moral de los alumnos. (...) El Estado no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral.”   En la parte final los obispos hablan también de cuestiones económicas, con claras implicaciones políticas  Además, hemos de señalar que la coyuntura económica, tal como aparece en este momento, es también motivo de preocupación. Las dificultades por las que pasa el ramo de la construcción, hacen temer seriamente un gran incremento del paro, y especialmente en la población inmigrante. Esta situación, en una coyuntura difícil, puede dar lugar a un aumento notable de la delincuencia y de la inseguridad social. Igualmente, en estos momentos son precisas políticas de inmigración más ponderadas, por el bien de todos, también de los inmigrantes.  Con estas reflexiones invitamos a los fieles y a todos los ciudadanos a afrontar la llamada a las urnas con la conciencia de que la construcción de una sociedad mejor, además de expresarse en el voto, al que somos reclamados cada cierto tiempo, requiere también de un compromiso constante y cotidiano en la contribución a la vida común.”  

No hace falta ser muy perspicaz para apercibirnos que están pidiendo a los fieles castigar en las urnas a los partidos que puedan apoyar el aborto, la eutanasia o ciertas políticas educativas y que den el voto para el PP. “Su apoyo al PP ya es un descaro. Es inaceptable”, afirma Juan Cejudo, portavoz regional de Redes Cristianas. Juan José Tamayo, fija este sentir colectivo en una frase: “El mensaje de la jerarquía y el del PP coinciden al 110%”. ¿Es una maniobra orquestada? “Es posible”, responde Tamayo. “Lo que está claro es que desde 2004 van juntos, y que la derrota del PP en 2004 supuso el fracaso del proyecto nacional-católico de la Iglesia”.

 

            Que en estos momentos actúen así, no debe producirnos extrañeza, si tenemos en cuenta la persecución obsesiva episcopal contra el Gobierno de Rodríguez Zapatero durante esta legislatura con los temas del aborto, la eutanasia, la Educación para la Ciudadanía, los matrimonios de los homosexuales, etc. mientras que han sido insensibles a asuntos tan importantes como: la extensión de los derechos humanos y coberturas sociales  a personas dependientes, homosexuales, mujeres maltratadas, etc.

 

 No deja de ser paradójico que se opongan con tanto ahínco al aborto ahora y no dijeran nada en los 8 años de Gobierno del Partido Popular. Y que  tampoco entonces presionaran al gobierno para que derogara la ley del divorcio que ahora tanto critican. Y en cuanto a la Educación para la Ciudadanía es una asignatura que se imparte en casi todos los países de la Unión Europea. A todos aquellos que la critican, no les vendría mal que la cursaran.

 

Como vemos, nada nuevo bajo el sol. Siempre ha sido así a lo largo de la historia.

 

Cándido Marquesán Millán

 

0 comentarios